Desde 1982, Gran Bretaña continúa ampliando de manera arbitraria y unilateral el área usurpada. La Resolución 31/49 de las Naciones Unidas de 1976 insta a la Argentina y el Reino Unido a abstenerse de introducir modificaciones unilaterales mientras no se resuelva la disputa de soberanía. Sin embargo, Gran Bretaña persiste en extender la ocupación de los espacios marítimos explotando sus recursos pesqueros e hidrocarburíferos. Hacia 1982, el área usurpada se correspondía con la superficie del archipiélago Malvinas (11.410 km2), de las Georgias del sur (3.560 km2) y las Sándwich del sur (307 km2), un territorio insular total de 15.277 Km2, sumado al mar territorial circundante de 3 millas marinas. Durante el conflicto establece de manera prepotente la zona de protección militar (FIPZ), un área de 150 millas marinas alrededor de las islas de unos 210.000 km2. En 1986, Gran Bretaña transforma dicha área en Zona de conservación y administración pesquera (FCIZ) ampliando el área a 200 millas a la redonda. En 1990, en el marco de los acuerdos de Madrid -de fuerte inspiración desmalvinizadora que deja de lado con la “fórmula del paraguas“el reclamo de soberanía- se impone una nueva ampliación de los espacios marítimos usurpados con la denominada “zona de del Gallinero”, área con forma de medialuna en 150 millas al este de Malvinas. En 2011, el gobierno británico crea, sin consulta a la Argentina, una “reserva ecológica” de 1 millón de km2 alrededor de las Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Ya en el 2007, el Reino Unido anuncia su pretensión de extender al límite de las 350 millas la plataforma continental en torno a las Islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur y la Antártida lo que implica una superficie adicional de tres millones de km2.